Hoy nos levantamos a las 8:00, por delante todo el trabajo necesario para el retorno. Vaciamos todo el autobús para organizar y dejar en España toda la artesanía. Lo volvemos a cargar con los instrumentos de música que hemos adquirido con las diferentes donaciones, las maletas y la comida para el viaje. El maletero vuelve a quedar a tope porque los instrumentos ocupan mucho volumen.
Llega el momento de la despedida. Se borran las risas que nos han acompañado durante toda la gira. Ellas están deseando volver con sus familias. Nosotros estamos agotados, pero los lazos que se establecen en la gira nos ponen un nudo en el estómago y la garganta. Siempre es igual. Cuando se van dejan un enorme vacío.
Volvemos a la residencia a tomar una ducha y organizar nuestros equipajes. También nos separaremos nosotros. Cuantas vivencias, cuanto trabajo, pero sobre todo cuanta alegría hemos compartido. Nos han cargado las pilas. Como estamos en Alcobendas nos vamos todos juntos a comer a Flamago. Sus exquisitos 'bocatas' de jamón de pata negra con aceite de oliva y bebida a tres euros ayudan a mitigar las penas.
Terminamos llevando el material y la artesanía a la sede de Madrid y ya nos separamos cada uno a su ciudad. ¡Un abrazo a todos!
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